María Jiménez fue una cantante, actriz y figura icónica de la música y la cultura popular española.
Nacida en Triana, Sevilla, su carrera despegó en los años 70, consolidándose como una de las voces más carismáticas y auténticas del flamenco fusión y la copla. Con su estilo inconfundible y su personalidad arrolladora, no solo cautivó al público con su música, sino que también se convirtió en un símbolo de empoderamiento femenino y rebeldía en una época en la que pocas mujeres desafiaban las normas sociales.
Entre sus éxitos más destacados se encuentran canciones como «Se acabó», un himno a la libertad personal y emocional, y «Con dos camas vacías». Su repertorio, cargado de emociones intensas y letras directas, oscilaba entre la tradición flamenca y la modernidad, añadiendo elementos de pop, rumba y otros géneros. Además de su carrera musical, María incursionó en el cine, la televisión y el teatro, donde demostró su versatilidad artística.
Su vida personal también fue ampliamente conocida, marcada por momentos de gran lucha, resiliencia y superación, incluida la trágica pérdida de su hija y su complicada relación sentimental. A lo largo de su trayectoria, fue galardonada y reconocida como una artista genuina y apasionada, cuya influencia perdura en las nuevas generaciones.
María Jiménez no solo dejó un legado musical, sino también un ejemplo de autenticidad, valentía y amor por la vida. Su capacidad para transformar el dolor en arte y su desparpajo la hicieron un ícono cultural que sigue siendo celebrado y recordado en España y más allá.